jueves, 25 de junio de 2015

Los Hunos y el Inicio de las Invasiones Germánicas

El historiador romano Amiano Marcelino nos da una visión deformada de lo que eran los Hunos para los romanos; “son seres imberbes, musculosos, salvajes, extraordinariamente resistentes al frió, al hambre y a la sed, desfigurados por los ritos de deformación craneana y de circuncisión que practicaban, e ignorantes del fuego, de la cocina y de la vivienda”. Por el aspecto con que se presentaron en el Imperio ya imponían miedo tanto a los romanos como a los pueblos bárbaros que se cruzaban con ellos.
Muchos historiadores piensan que los Xiongnu mencionados en las crónicas de la antigua china, eran el mismo pueblo que apareció en Europa e invadió el Imperio Romano bajo el nombre de los Hunos.
En el siglo III, parece ser que el pueblo Chino construyó la muralla china para defenderse de los antepasados de los hunos. La dinastía Hang los debió de expulsar, y a lo largo del siglo IV estuvieron por las estepas rusas hasta llegar a las orillas del Danubio, el borde de la civilización Occidental. Encontrando un Imperio Romano dividido en Oriente y Occidente.
Se sabe que tras ser expulsados por el Imperio Chino se mezclaron con otros grupos que vivían en las estepas rusas y una rama de los Hunos (¿Kidaritas?) se dirigió hacia el norte, asentándose en las estepas próximas al mar Caspio, pero una serie de sequías azotaron la zona a finales del siglo III, obligándoles a abandonarlas y avanzar mas hacia occidente.
Con  la llegada de los Hunos, terribles jinetes de origen mongol, siembran el terror y asolan la civilización occidental, el Imperio Romano esta siendo asediado por los Bárbaros, presionados por los Hunos, con su principal arma, el miedo.
Los Hunos, violentos invasores que aparecen en el este de Europa, maestros en estrategia militar, (aparecen, destruyen, arrasan y se marchan) inspiran pánico al enemigo, pasaban la vida a caballo, eran  los mejores jinetes del mundo antiguo, y su tipo de arco que les permitía disparar flechas sin desmontar del caballo, les daba una cierta ventaja militar.
Es en el siglo IV, con el rey huno Balamber, cuando atacan a los Alanos, pueblo asentado en las “limes” del Imperio romano, entre los ríos Volga y Don, derrotándolos y obligándoles a huir hacia el suroeste. Posteriormente avanzaron hacia la cuenca del Dnieper, donde derrotaron a los Ostrogodos en el año 370, gran parte de este pueblo se refugio en las tierras de sus vecinos los Visigodos. Por ultimo los Hunos cruzan el Dniéster en el año 376, derrotando a los Visigodos, estos piden asilo, instalándose en La Mesia (Bulgaria) tras pactar en calidad de foederati con el Emperador Valente, como campesinos, sometidos a las leyes romanas y servir con sus armas al ejercito del Imperio Romano de Oriente. Las tierras en poder de los Hunos se extendían ya desde el Caspio al Danubio.
La rebelión provocada por los Visigodos contra los romanos en el año 378, en la que se saquearon varias ciudades, derrotando al emperador Valente en Adrianópolis, les permite extenderse por los Balcanes, el caos existente es aprovechado por el rey de los Hunos, Rua, que cruzó el Danubio y atacó a los romanos con tanta fuerza que el Emperador Teodosio II, pactó la entrega de 160 Kg. de oro anuales para conseguir la paz. Al morir el rey de los Hunos, Rua, éste dejó el trono a sus sobrinos Bleda y Atila, hijos de su hermano Mundzuk, ellos reanudaron la paz a cambio de duplicar el tributo anual.
Prisco de Panio, que conoció a Atila, lo describe como bajo, robusto, de gran cabeza, ojos hundidos, nariz chata, barba rala y de costumbres austeras.
Se dirigen al Este reduciendo al polvo casi toda Europa, desde el Mar Negro hasta el Mediterráneo, con una política más agresiva, atacando varias ciudades situadas en el Danubio Oriental, derroto a los romanos en todas las batallas y cercando la capital imperial, al no poder tomarla con sus arqueros, puso rumbo a Galípolis, donde estaban refugiadas las ultimas tropas imperiales y las deshizo. Se pactó una paz donde se incluía el pago de los atrasos y de su mora de unos 1800 Kg. de oro y un tributo anual de otros 650 Kg.
Atila se coronó rey único (autócrata) después de que muriera su hermano durante una cacería en el año 445, probablemente asesinado por él mismo. Los siguientes años devastó los Balcanes y Grecia hasta las Termópilas, manteniendo una hostilidad latente entre Atila y Teodosio II.
En el 450, al morir Teodosio, el nuevo emperador Marciano se niega a pagar a los hunos el tributo anual para forzar la guerra, aunque Atila se abstiene y entra en escena Honoria, la hermana del Emperador de Occidente Valentiniano, que tras quedar embarazada de un criado, es obligada a un compromiso sin amor, tal fue su despecho, y lo desafío, mandándole una carta proponiéndole matrimonio. Atila aprovecha esta situación y reclama a Honoria como esposa y pide la Galia como dote.
Se da cuenta de que la parte Occidental del Imperio es bastante más vulnerable que la de Oriente, con mejores expectativas, dirige sus ataques al centro de la Galia, aparentemente contra los visigodos. Los romanos, con Aecio, al frente y la alianza de Teodorico I pactan una actuación conjunta contra los Hunos, aunque Atila ya contaba con un gran ejército compuesto por una gran variedad de pueblos y en sus filas se encontraban tanto romanos como germanos.
Año 451, ambos ejércitos se enfrentan en los Campos Cataláunicos (según otras fuentes, Locus Mauriacus) donde el rey Visigodo Teodorico murió, pero Atila fue vencido por primera y única vez, el general romano, Aecio permite su retirada pero un año mas tarde Atila vuelve atacando, esta vez el norte de Italia, sin que Aecio pudiera detenerlo, parece ser que lo que detuvo a este temible ejercito fue una epidemia de peste y la posterior hambruna, aunque se achaca también al Pontífice León I el que Atila no avanzara hacia Roma.
En el año 453, Atila muere en un banquete, parece ser por los excesos. Le sucede su hijo Ellak, que tuvo que hacer frente a la sublevación de sus hermanos y a varios de los pueblos sometidos, siendo derrotado en la batalla de Nedao, quedando desunidos y fundiéndose con otros pueblos bárbaros, en el 455, los Hunos terminan como potencia.
Con la llegada de los Hunos provoca los mayores movimientos de población. Derrotando a todos los pueblos que se encontraban como a los Alanos y a los Godos, obligándoles a buscar refugio masivo dentro del Imperio, surgiendo enfrentamientos entre ellos y con el estado romano, hasta el punto que, como decíamos anteriormente, los Visigodos en el 378 derrotan al emperador Valente en Adrianapolis y se extienden por los Balcanes. Años más tarde, tras saquear Roma en el 410, se instalan en el sur de la Galia como federados, es decir con permiso de Roma, para ocupar después Hispania.
En el año 406, Suevos, Vándalos y Alanos cruzaron el Rhin, saquearon las Galias y en el 409 se instalan en zonas de Hispania. Por otra parte Anglos, Jutos y Sajones pasaron a las Islas Británicas; los Burgundios ocuparon la cuenca del Ródano, y los Francos la parte norte de la Galia.
Tras el asentamiento de estos pueblos germánicos dentro del imperio de Occidente y debido a la crisis que se arrastraba ya desde el siglo III, es en el año 476 cuando el germano Odoacro depuso a su último emperador, Rómulo Augústulo, y con ello llegaba el fin del Imperio de Occidente.
La parte Oriental, sin embargo, mejor gobernada y defendida militarmente, consiguió resistir la oleada germánica y desplazarla hacia Occidente.
BIBLIOGRAFIA:
La Edad Media: Siglos V - XII. Julián Donado y Ana Echevarria, Editorial Universitaria Ramón Areces, Madrid 2008
IMAGENES:
Nº 3 - tianxiatodobajoelcielo.blogspost

Entrada originalmente publicada en geohistoriact.wordpress.com

martes, 23 de junio de 2015

Mastia – Qart Hadasht – Carthago Nova – Cartagena

Cartagena es una de las pocas ciudades de la Hispania antigua que dispone de un abundante y variado conjunto de fuentes literarias que hacen referencia a ella, entre las que debemos destacar la espléndida descripción de su topografía que realizó el escritor griego Polibio, cuando visitó la ciudad hacia el año 144 a.C. La ciudad estaba situada en una península rodeada al sur y al oeste por el mar Mediterráneo, al norte por una laguna o estero y al este estaba unida al continente por una pequeña franja de terreno que constituía prácticamente la única comunicación con tierra firme. Esta entrada estaba flanqueada por dos elevaciones llamadas Aletes, el moderno cerro de San José y Vulcano, el actual cerro de Despeñaperros, a continuación el cerro más elevado Mons Esculapi (Cerro de la Concepción), frente a este el Arx Asdrubalis (Molinete) y Cronos (Monte Sacro). Está singular topografía condicionó la evolución de su urbanismo a lo largo de toda su historia.

carthago I

En el verano de 237 a.C. el clan de “los Barca liderado por Amílcar desembarca en la península Ibérica. Sabemos de la presencia de su yerno, Asdrúbal, y de sus hijos “los leoncillos” entonces todavía unos niños.
            Qart Hadasht, (“la Nueva Carthago”) fundada por Asdrúbal con ese nombre, doce años después de la llegada de los Barca a la Península Ibérica, estaba siendo la base de operaciones del ejército cartaginés, la sede de las estructuras administrativas y militares desde la que se controlaba el resto del territorio púnico. Pero durante aquella guerra con Roma, la ciudad se había convertido también en el lugar desde el que partían gran parte de los aprovisionamientos y donde descansaban las tropas durante el invierno. Los cartagineses habían atacado Roma a través del sur de Francia y los Alpes.
            Fundada por el cartaginés Asdrúbal hacia el año 227 antes de Cristo, siendo llamada originalmente Qart Hadasht. Parece ser que, hacia el siglo VI a. C., existió un asentamiento autóctono denominado Mastia, que aparece citado en la Ora Marítima de Avieno (siglo IV a. C.). No obstante, también se sabe que el área de la actual Cartagena estuvo habitada desde la Prehistoria, y que su puerto era escala obligada para fenicios y griegos.
La elección del lugar para la fundación de Carthago Nova debió deberse a sus excelentes facultades como fondeadero de naves, lo que convirtió a la ciudad en una poderosa base para la expansión cartaginesa por la Península Ibérica. Otros factores debieron ser la riqueza minera de la sierra cercana, la existencia de una laguna interior y la proximidad de una serie de colinas, que facilitaban su defensa.

El nombre de Carthago Nova – Qart Hadasht – le vino dado por tratarse de una nueva capital cartaginesa, por lo que debió de contar con excelentes construcciones y un gran desarrollo urbanístico, semejantes al de la metrópoli. Las cinco colinas que rodeaban la ciudad fueron dedicadas a otras tantas divinidades mediterráneas (montes Arx, Asdrúbalis, Cronos, Aletes, Hefestos y Asklepios).

            Precisamente en el año 209, durante la Segunda Guerra Púnica, Carthago se convierte en ciudad romana, al ser conquistada por Publio Cornelio Escipión. A partir de este momento, Carthago comienza un periodo de gran esplendor, conociendo una expansión demográfica y urbanística, que le dota de excelentes edificios.
            La historia de esta ciudad es amplia y compleja. Su importancia se observa en numerosos escritos griegos y romanos que datan sus orígenes hacia el año 1184 a.C., con sucesivas “colonizaciones” de tribus íberas y expediciones fenicias.

            Podemos decir que la ciudad como tal fue fundada por Asdrúbal, yerno de Amílcar y tío de Aníbal, en el año 229 a.C. con el nombre de Qart-Hadasht con la intención de que fuese la nueva capital del imperio cartaginés en Occidente. Para su protección construyó una muralla que cubría el istmo de entrada. Estaba compuesta por dos muros paralelos, separados unos 5 m. y unidos por otros perpendiculares, de fábrica de sillares de arenisca, con una altura de hasta 4 metros.
carthago II

Los últimos datos que demuestran la presencia del Palacio de Asdrúbal en el cerro del Molinete por el arqueólogo Iván Nogueruela, a raíz de la cita clásica de Polibio de Megalópolis donde dejo reflejado el imponente palacio de Asdrúbal, aunque poco se conoce de la etapa punica en la ciudad ya que se encuentran ocultas bajo los niveles de la época posterior, la Carthago Nova romana.
            Las campañas de excavación realizadas le ha permitido encontrar tramos de roca madre y trazas de muros milenarios reutilizados en etapas posteriores, las conclusiones del arqueólogo Negueruela es que fueel palacio de los Bárcidas y que era un gran edificio excavado en la roca de las laderas del cerro del Molinete, en forma de terrazas para permitir la superposición de alturas, muy novedoso para la época en todo el Mediterráneo.

carthago III

Desde Qart-Hadasht partieron en el año 219 a.C. las tropas de Aníbal a la conquista de Sagunto y luego hacia Roma. Pero posiblemente el hecho histórico más relevante de su época púnica fue su conquista por Publio Cornelio Escipión en el 209 a.C. que cambió la vida de la ciudad ya que se incorporó al imperio romano.
Este imprimió a la población un fuerte carácter comercial, edificó puertos y grandes edificios comerciales. Más tarde bajo el mando del emperador Augusto se empezaron a construir las grandes obras civiles como el teatro y la urbanización de un impresionante foroCarthago Nova pasó a ser una de las ciudades capitales el imperio en la península, solo igualada por Tarraco.

            En el conjunto arqueológico de “El Molinete” situada en la colina con ese nombre “Arx Asdrubalis en tiempos romanos”, ya se ha localizado el podium, con parte de la escalinata del templo, y varios tramos de muros con fabrica “opus africanum” -piedras pequeñas a medianas y a intervalos grandes sillares en disposición de pilar de sujeción.

Además de varios templos porticados, casi todos desaparecidos, son dignos de mención el magnífico Teatro de Carthago Nova, el anfiteatro y la necrópolis de Torre Ciega, con el monumento funerario de Tito Didio.
Cuando Diocleciano remodeló la Hispania, Carthago Nova pasó a ser la capital de la provincia Carthaginensis. Se construyeron termas y se remodeló el Teatro. Realmente se construyó encima suyo utilizando parte de él como cimentación, un gran almacén y también se diseñaron nuevas necrópolis.
Los pocos restos bizantinos unidos a los escritos posteriores nos hacen pensar de la importancia de esta ciudad hasta la llegada de los árabes. Estos la llamaron Qartayanna. Luego apareció una ciudad medieval con un castillo y su Torre del Homenaje. La actual muralla y sus fortificaciones marítimas fueron construidas en las primera monarquías borbónicas.

            Cuando nos referimos a la época Cartaginesa de la ciudad, fue fundada por Asdrúbal en el año 229 a.C. con el nombre de Qart-Hadasht y bajo su dominio se desarrollo hasta el año 209 a.C. cuando Publio Cornelio Escipión la incorporó a la Hispania romana pasando a llamarse Carthago Nova.

carthago IV

La importancia económica de la ciudad fue explotada por los romanos: su situación estratégica y la minas cercanas le convirtieron una colonia importantísima y en constante evolución. Se empezaron a construir diversas infraestructuras básicas que culminaron con la remodelación del puerto, imprescindible para el comercio. Ya en época del emperador Augusto se construyó el teatro, el anfiteatro y el foro que significaron un cambio en la estructura urbana de la ciudad y también política, ya que paso a ser oficialmente Colonia Urbs Iulia Nova Carthago, condición que solo ostenta Tarraco. El emperador Augusto fue el gran precursor de la ciudad y sus conceptos y estructuras continuaron vigentes en esta ciudad hasta el Siglo II.

            Se urbaniza la ciudad con las normas romanas: calles perpendiculares que determinan los módulos donde se ubican las viviendas o edificios públicos.

Se establecieron barrios selectivos dependiendo de la situación socio económica de sus dueños y de la actividad a realizar en cada zona: en el centro, articulando la vida social, se ubicó el foro presidido por un templo y rodeado por otros edificios dedicados a Augusto –Augusteum-.

            En la parte oeste de la ciudad se ubicaron los espacios públicos y la zona este las viviendas privadas para una clase acomodada o alta. Hay pavimentos de mármol opus sectile, mosaicos, y las paredes están decoradas con pinturas.

Las grandes ciudades necesitaban grandes necrópolis para sus muertos. La Torre Ciega es un monumento funerario dedicado a Tito Didio y forma parte de este conjunto funerario.

A principios del Siglo III el declive de la ciudad es evidente, la vida se concentra en torno al puerto y la ciudad también, modificándose la estructura anterior. Este cambio fue más evidente al ser elegida como capital de la nueva provincia Carthaginensis por Diocleciano -S. IV-. El teatro se convierte en almacén y comercio, dividiéndolo en dos y utilizando además sus elementos constructivos -capiteles, fustes- para su cimentación. Esta dinámica es seguida prácticamente con todas las nuevas construcciones, termas, tiendas….

   Los restos de la época romana que nos quedan son:

§  El Teatro. Construido en el Siglo I por el emperador Augusto para engrandecer tanto en las representaciones, como en su decoración a su divina persona. Se utilizó la ladera del actual monte de la Concepción -Mons Aescullapii- para construir el gradería.
§  El Anfiteatro. Sobre esta construcción romana del Siglo I. se han edificado sucesivos edificios. En concreto, actualmente está la Plaza de Toros construida en 1854.
§  En el foro podemos distinguir el Augusteum un conjunto de edificios dedicados al culto de los emperadores romanos. Un templo presidía el conjunto, situado en el actual cerro del Molinete.
Una columnata que soportaba un pórtico peatonal y la calzada inmediata, posiblemente de la calle principal -decumanus-. En uno de sus laterales hay restos de las termas.

carthago V

BIBLIOGRAFÍA E IMÁGENES
1.  La topografía en Carthago Nova, Estado de la cuestión por Miguel Martínez Andréu, Museo Arqueológico Municipal de Cartagena.
2.  Guía Didáctica CARTHAGO NOVA
3.  Fundación del Teatro Romano, Elena Ruiz Valderas, Directora del Museo del Teatro Romano de Cartagena.
4.   Biblioteca Arqueológica Hispánica 44.
5. “El Magnifico Palacio de Asdrúbal en Cartagena: Cerro del Molinete”, de Iván Negueruela Martínez, Real Academia de la Historia, Madrid 2015.
6.   Imagen Virtual/ Carthago Nova
7. Fundación Integra / Región de Murcia Digital